La práctica de la meditación zen crece sobre la cenizas de las ilusiones.
Comencé a meditar movido por la desesperación, continué porque esa práctica me hacia bién, mas tarde fue por profundo agradecimiento a la práctica, ahora mismo no tengo ningún motivo pasa seguir y ningun motivo para dejarlo.
Cuando el espíritu no reposa sobre nada, aparece el verdadero espíritu. (KON GO GYO).
No hay comentarios:
Publicar un comentario