La meditación para los meditadores
pertenezco a zazen.
Los Dojos para los monjes de escalafón
pertenezco al lumpen(1).
La sabiduría para los sabios
pertenezco a las cosas como son.
Las púrpuras para los trepadores
pertenezco al abismo.
La fama para los brillantes
pertenezco al polvo.
Los Shijos para los bien intencionados
pertenezco al sin ánimo de obtener
Las certificaciones para los Notarios
pertenezco a lo sutil.
La permanencia para los nostálgicos
pertenezco a la muerte.
Los planes para los viejos
pertenezco al todavía.
Los poemas para los cobardes
pertenezco a la nada.
la literatura para los que sueñan
pertenezco al despertar,
a la sangre, a la saliva,
a la bilis, a la carne,
a la orina, a los flujos
a los huesos, a la médula,
a la mente, al Yo.
Pertenezco a todo lo que al final
y sin remedio
será abandonado
al borde del camino
(1) Como tal, la palabra lumpen es el acortamiento de la voz alemana Lumpenproletariat, también adaptada al español como lumpemproletariado. Su traducción sería algo así como 'proletariado de andrajos o de harapos'.